Un Sínodo Arquidiocesano, nos permitirá establecer prioridades

    Usted anunció esta semana comenzar los preparativos para un sínodo arquidiocesano. En primer lugar, ¿Podría explicar qué es un sínodo?
    En su forma más simple, un sínodo diocesano es una reunión de sacerdotes, religiosos y laicos que tiene el objetivo de conseguir comentarios e ideas, y luego asesorar al obispo sobre las prioridades para el ministerio, y las políticas diocesanas y el cuidado pastoral. Las etapas preliminares serán sesiones para escuchar – similar a las reuniones al estilo de la municipalidad –tenemos la intención de hacerlas en los 10 decanatos de la Arquidiócesis, también, tendremos sesiones de escuchar a otros grupos designados. Asistiré a cada sesión para escuchar, y para saludar a los participantes, y dirigir una oración de apertura, pero mi papel es exactamente lo que implica la “sesión de escucha.” Junto con personal de la pastoral estaré allí para escuchar los comentarios de personas de toda la arquidiócesis.
    ¿Qué forma tomará el proceso?
    Las sesiones del sínodo serán conducidas por Paul Breaux, quien es consultor del Instituto de Liderazgo Católico, el cual está basado en Filadelfia y ha trabajado con más de 75 diócesis en todo el país, desde su fundación hace 20 años. Paul, vive en la arquidiócesis, así que está bien enterado de los problemas locales que enfrentamos aquí para poder llevar a cabo la misión, y el ministerio de Jesús. La idea es de permitir a las personas a expresar sus sentimientos acerca de lo que la arquidiócesis está haciendo bien, qué podríamos hacer mejor, y cómo podemos llegar a otros de manera más efectiva. Es un llamado que ha sido destacado recientemente por el Papa Francisco.
    Usted tiene reputación de ser un planificador minucioso. ¿Está el sínodo en consonancia con su estilo de liderazgo?
    He consultado con muchos grupos a través de la arquidiócesis, y creo que es el momento adecuado para un sínodo. Continué poniendo la idea del sínodo en oración, y lo que le decía a Dios era que, “No tengo tiempo para hacer esto.” Pero lo que oía de Dios era, “¿Cuando tendrás el tiempo?” No existe el momento perfecto para participar en tan serio y detallado esfuerzo de planificación a largo plazo, pero realmente siento que esto es necesario para cumplir  la misión que Jesús nos ha confiado en esta iglesia local.
    ¿Cuándo fue la última vez que la arquidiócesis celebró un sínodo?
    El último sínodo llegó en los últimos años del ministerio del Arzobispo Hannan. Fue un proceso de siete años que finalmente concluyó en 1987, el año en que el Papa John Paul II llegó a Nueva Orleáns. ¡Puedo garantizar a todo el mundo que esto no será un proceso de siete años! Esperamos poder comenzar este sínodo – el cual es el Noveno Sínodo General de la Arquidiócesis – en enero de 2014 y promulgar el plan en no más de 18 meses. Será mucho trabajo, pero veo increíbles beneficios procedentes de esta autoevaluación.
    ¿Qué importancia tiene la retroalimentación que recibe de los Católicos de la arquidiócesis.
    Es críticamente importante. Después que reunimos toda la información de las sesiones de escucha, formaremos 10 a 15 preguntas que abordará el sínodo. Esto no quiere decir que pondremos ninguno de nuestros ministerios actuales en espera. Estamos haciendo un trabajo maravilloso en esta arquidiócesis, en términos de ministerios sacramental, educación Católica, educación religiosa, pastoral juvenil y educación a los más necesitados. Pero siempre podemos crecer en efectividad.
    Algunas personas pueden ver el sínodo, especialmente a través del lente de Katrina, como una manera de la arquidiócesis de consolidar las parroquias.
    Quiero decir que esto no es un precursor de cierre o fusión de ninguna parroquia. Hemos pasado por esa experiencia después de Katrina. Sé que puede haber alguna preocupación acerca de eso, pero este sínodo es un proceso para identificar prioridades diocesanas específicas y objetivos que pueden ser medidos claramente. Esto puede ser un proceso de renovación de vida. Esto no será un proceso que produce 200 ó 300 metas. Es difícil concentrarse en 300 cosas a la vez. Esperamos poder idear un tema unificador para los próximos tres años, y quizás tres prioridades pastorales. Esto nos ayudará a evaluar qué ministerios actuales son fundamentales para la arquidiócesis. También permitirá asignar recursos adecuados a esos ministerios fundacionales. Los objetivos que ideamos, serán denominados, objetivos “Inteligentes.” Esto es un acrónimo para específicos/mesurable, motivador, alcanzable, relevante y localizable. Esto nos ayudará a promover el Reino de Dios entre nosotros.
    ¿Hay un programa general?
    Estaremos en la fase de preparación desde octubre hasta diciembre. Nombraré a los miembros en cinco equipos, que se centrarán en los ministerios fundacionales: sacramentos y culto, educación y formación, gobernabilidad y finanzas, servicios sociales y alcance, y las vocaciones y evangelización. Guiar todo el proceso será un Equipo de Liderazgo del Sínodo, compuesto por 10 a 12 miembros, que ayudarán a discernir los temas generales, prioridades, objetivos y planes de implementación. Las sesiones se ejecutarán en la primavera y el verano de 2014, y será seguido por varios meses de evaluación y discernimiento. Nos hará promulgar el plan con una gran celebración litúrgica.
    ¿Qué le pide a los Católicos locales.
     Necesitamos las oraciones de todo el mundo invocando al Espíritu Santo durante los meses de discernimiento. Y en otro nivel, animamos a la plena participación de las personas en las sesiones de escucha. Necesitamos el corazón, mente y espíritu de cada uno para que el sínodo dé sus frutos.
    Pueden enviar preguntas al Arzobispo Aymond a: [email protected].