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La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano emitió la semana pasada una instrucción sobre el entierro del difunto y la conservación de las cenizas de una persona, cuando la persona es incinerada. ¿Puede hablar de eso?
Por supuesto. Creo que es muy útil para los Católicos de la Arquidiócesis de Nueva Orleáns saber que estas directrices esencialmente nos dan una pista de lo que nuestra la práctica local que ha sido durante varios años. También, es importante saber que hubo un tiempo en que la iglesia desaprobó la cremación.
Esa oposición por la iglesia a la cremación fue porque la cremación podía ser entendida como reflejo de una incredulidad en la resurrección del cuerpo de entre los muertos.
Ésa, no es la comprensión actual de la cremación. Hay un número creciente de personas que desean ser incineradas por razones prácticas, tales como ser menos costosas o conservar el espacio en los cementerios, que tienen una cantidad my limitada de tierra. La iglesia entiende que la cremación es como una forma válida de reverenciar el cuerpo.
¿Qué llevó al Vaticano a emitir sus recientes directrices?
Muchos obispos de todo el mundo, y ciertamente, en los Estados Unidos, han expresado su preocupación de que los restos de la persona en algunos casos, no han sido tratados con respeto, y no han sido enterrados.
La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, recibió varias investigaciones sobre la conservación de las cenizas de una persona, y el Santo Padre, les pidió que revisaran la situación actual, y dieran una instrucción a los Católicos de todo el mundo.
¿Se les pidió a los obispos de los Estados Unidos que dieran su opinión?
Cuando fui presidente del Comité Episcopal de los Estados Unidos para el Culto Divino, el tema de la cremación y la disposición de las cenizas surgió de varios obispos, con la esperanza de que la iglesia pudiera proporcionar alguna instrucción. Así, que no fue una sorpresa cuando esto salió.
¿En qué se basa la enseñanza de la iglesia, acerca de la reverencia por el cuerpo y por las cenizas de una persona?
Más importante aún, creemos que nosotros, como hijas e hijos de Dios, recibimos este viaje terrenal, y en algún momento, somos llamados al hogar del Reino de Dios. Siempre que Dios nos llama a casa – ya sea a través de la muerte natural o a manos de otra persona, a través de la violencia – estamos llamados a reverenciar el cuerpo, porque ese cuerpo es el lugar donde Dios habitó dentro de nosotros, durante nuestra vida. El cuerpo fue bautizado. Nuestro cuerpo es el lugar donde hemos recibido el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Como Católicos, creemos en la resurrección de entre los muertos. Queremos mostrar reverencia al cuerpo humano, porque es un regalo de Dios. Es el lugar en el que Dios hizo su morada desde el momento de nuestra concepción hasta la muerte.
¿Cuáles son algunos de los problemas asociados con el mantenimiento de las cenizas de un ser querido, en una urna en casa o la dispersión de las cenizas en el campo o en un cuerpo de agua?
Es importante discutir primero el ideal. Una de las mejores maneras de honrar a una persona sería enterrarlo en un cementerio o colocar sus cenizas en un nicho. La razón de esto, se remonta a milenios. Jesús, por supuesto, murió y resucitó de entre los muertos y creemos que moriremos, y seremos resucitados a la vida eterna. Los primeros cristianos enterraron a sus muertos en los cementerios, lo que confirmó la relación entre los vivos y los muertos.
También, aseguró que la muerte de una persona, no sería minimizada o relegada a una devoción privada. La iglesia siempre ha enseñado que, las tumbas de los muertos, son lugares de oración, recuerdo y reflexión y “los fieles difuntos” siguen siendo parte de la iglesia.
Creemos en la “comunión de los santos”. Eso significa, que los que viven están conectados de una manera real con los que han muerto, y los que ya están en el cielo. Preservar las cenizas de una persona en un cementerio sagrado es una manera de asegurar, que la persona nunca será olvidada, y tendrá las oraciones, y el recuerdo de su familia y toda la comunidad cristiana.
Creo que también, debemos mirar algunas de las prácticas que podrían no ser apropiadas. La gente pregunta por qué la iglesia no quiere que las cenizas de un ser querido se mantengan en una repisa en su hogar.
Además de la reverencia debida al cuerpo, hay otra pregunta. Desde un punto de vista emocional, a menudo no es saludable que una persona mantenga los restos en su residencia.
A veces, la gente argumenta diciendo, “reverenciaré los restos en mi hogar.” Pero entonces usted tiene que preguntar, qué sucederá cuando usted muere. ¿Sus hijos – y los hijos de sus hijos y los hijos de los hijos de sus hijos –- sentirán esa misma reverencia? Sería lamentable que los restos de una persona fueran tratados con una falta de respeto.
Hemos oído hablar de gente dividiendo las cenizas de una persona entre los miembros de la familia o poniendo las cenizas en pendientes o aretes. También, hemos oído hablar de personas dispersando las cenizas de su ser querido en un bosque o en un mar o río. No creemos que sea una manera de demostrar el respeto apropiado a la persona y para la vida de él o ella.
¿Ha cambiado algo en la enseñanza de la iglesia con esta instrucción?
No hay nada que haya cambiado en la enseñanza de la iglesia.
De hecho, las directrices son esencialmente la misma cosa de las que la arquidiócesis ha impreso en un folleto que proporcionamos a las personas que están pensando en la cremación. Nosotros específicamente decimos que el cuerpo es sagrado, porque es creado por Dios, y porque es el lugar donde Dios vivió. Por lo tanto, si una persona es cremada o enterrada, el cuerpo debe ser tratado con reverencia y respeto.
¿Cuáles son sus instrucciones a los sacerdotes y diáconos, mientras se reúnen con las familias para los preparativos funerarios?
He enviado una copia de las instrucciones completas del Vaticano. Es responsabilidad de nuestro clero – sacerdotes y diáconos – explicar a las familias las enseñanzas de la iglesia, y quizás aún más importante, por qué la iglesia enseña lo que hace.
Creo que si las familias reciben la catequesis adecuada sobre este tema, la mayoría de las veces habrá verdadera aceptación y comprensión.
Preguntas para el Arzobispo Aymond pueden enviarse a: [email protected].
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