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Tercer Domingo de Pascua
Mayo 4, 2014
Lc. 24:13-35
Porqué se le w el mismo dia de la resurrección a este personaje oscuro, del cual no sabemos nada, y que no ha sido mencionado antes en el Nuevo Testamento?
Esta es la única vez que lo menciona el Evangelio de Lucas. San Juan nos dice que su esposa se llamaba María, “María la mujer de Cleofás” (Jn.19:25). Ella es una de las tres Marías al pie de la cruz, junto con María la Madre de Jesús, y María Magdalena.
El historiador eclesiástico del siglo IV, (+340) San Eusebio de Cesárea, preserva la información recibida de un cronista anterior, San Hegesipo, (+180) de que Cleofás era el hermano de San José. Y por tanto era el tío de Jesús.
Al morir José, María probablemente se fué a vivir con el hermano de su esposo y sus cuatro hijos. Jesús se crió con ellos, cuando era un joven, y todo el mundo llegó a considerarlos hermanos.
Su nombre en Arameo es Alfeo, y es el padre de Santiago, José, Judas y Simeón llamados “hermanos de Jesús” en los Evangelios.
Cleofás jugó un papel muy importante en la vida de Jesús, y fue el padre de uno de los apóstoles de Jesús, Santiago el menor.
El y su esposa ahora están quedándose en Emaús, a siete millas de Jerusalén. Y tienen una relación estrecha con María y con los doce apóstoles. Son discípulos de Jesús.
El domingo de la resurrección, su esposa se fue con María Magdalena al sepulcro a ungir a Jesús. Regresan muy excitadas diciendo que Jesús había resucitado, que la tumba estaba vacía y que vieron unos ángeles que decían que Jesús estaba vivo.
Cleofás también supo que dos “de los nuestros,” Pedro y Juan, fueron al sepulcro y no encontraron a Jesús.
Decidió, entonces, regresar a Emaús, todo desilusionado, y con un compañero, que según San Eusebio de Cesárea era su hijo Simeón, que llegó a ser el Segundo Obispo de la Iglesia de Jerusalén después del año 70.
Si Jesús se está apareciendo a sus familiares, no resulta fuera de lugar la interpretación franciscana de que a la primera persona a quien Jesús resucitado se aparece fue a su madre María.
Pero Cleofás no le cree a su esposa. Lo que ella dice es un cuento extraño. Está viendo cosas.
Las mujeres creen inmediatamente. Pero ellos se desilusionaron muy pronto. Por eso Jesús los llama “torpes para entender.”
Los hombres toman el camino largo y difícil. Se desaniman mas fácilmente, no tienen la paciencia de ir a la tumba; no creen en visiones de mujeres.
Las mujeres van a la tumba, ellos se alejan de la tumba, se alejan de las mujeres, se alejan de Jerusalén y se alejan de Jesús; cada vez mas lejos de la fuente de su esperanza.
Lo que las mujeres creyeron al principio, ellos tardaron todo el día, después de un largo viaje a pie.
Que caminos tan diferentes.
Jesús, sin embargo, los hace recorrer un maravilloso camino spiritual que comienza en la Escritura y termina con “la fracción del pan.”
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