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Ha habido tanta mala voluntad, e incluso, hostilidad expresada en el discurso público últimamente. ¿Cuál es la fuente del problema, y cómo puede ser remediado?
Ciertamente, no están de acuerdo con los valores de Jesús. Creo que “los pensamientos sin filtrar, rebanan corazones.” La norma de hoy es decir lo que quieras, no importa lo humillante, feo o insultante. Eso es aceptable. Creo que se basa en dos cosas: Hay mucha ira en nuestra nación y frustración en los corazones de la gente, lo que hace que sea más fácil que los pensamientos se digan sin filtrarse. En segundo lugar, la mayoría de las veces, cuando estas palabras afiladas se utilizan, a menudo se transmiten por textos, correos electrónicos o tweets, por lo que no tiene que realmente mirar a los ojos de la otra persona y decirlas. Algunos dicen: “Tengo derecho a decir lo que pienso”. No tenemos derecho a ofender y menospreciar a los demás. Por eso, nos hemos convertido en una comunidad muy dividida y una nación dividida. Vemos a nuestro alrededor no sólo palabras feas y protestas, sino también violencia en las calles, el lanzamiento de insultos raciales y la muerte de personas. Frecuentemente, incluso nuestros líderes de gobierno votan que no, en los méritos de un tema que es importante para la vida de la comunidad, sino que votan a por las líneas partidistas, para poner a la otra parte en una posición más difícil. Somos una nación dividida, y a juzgar por los eventos que hemos visto en los últimos años, también somos una nación violenta. Parte de la violencia es causada por la furia; otras veces es causada por una enfermedad mental, lo cual es una indicación de que no estamos muy bien en nuestro país, al no cuidar a personas que tienen enfermedades mentales.
¿Qué le preocupa más acerca de esto?
Una de mis principales preocupaciones es, que se supone que nuestras vidas están arraigadas en Cristo. Debemos tratar de ver a Cristo en los demás, incluso en la persona que saca lo peor de nosotros o la persona con la que más discrepamos. Se supone que debemos ser respetuosos y cariñosos. Otra preocupación es, lo que estamos enseñando a nuestros hijos. Creo que estamos enseñando a los niños, que en la vida cotidiana no hay nada malo en usar palabras para herir a otros, o para ponerlos en su lugar. Si los niños crecen con esa comprensión distorsionada, eso es peligroso para nuestra nación y la Iglesia, en el presente y en el futuro. Parece que casi todas las semanas hay algún tipo de protesta. Algunas de las protestas son respetuosas y no violentas, mientras que otras son muy violentas y perturbadoras. A veces, me pregunto si la gente realmente sabe lo que está protestando, o si es sólo una manera de expresar la ira.
¿Alguna idea acerca de cómo esto se podría cambiar?
Espero y oro que podamos dejar nuestras armas, nuestros cuchillos, nuestras bombas caseras y nuestras palabras que matan, y que se muevan hacia el diálogo cristiano, en vez de protestar. No tenemos que ganar cada argumento. Una de mis oraciones diarias viene del Salmo 141, versículo 3: “Poned guardia, Señor, delante de mi boca, vigila la puerta de mis labios.” Tengo fe que algún día, se cumplirá lo que me pide esa oración; a veces, no lo soy, y me arrepiento. Pero creo que nosotros, como cristianos, debemos ver eso como una meta – pidiéndole a Dios que guarde lo que decimos, porque esas palabras tienen un efecto en los demás – y pensamientos no filtrados cortan corazones.
Creció en la década de 1960, y hubo muchas protestas. ¿Cree que esto es diferente?
Eso fue hace mucho tiempo. Creo que ciertamente hubo protestas y manifestaciones, pero no las recuerdo de niño, de que hayan sido estas ofensivas y violentas. Creo que lo recordaría.
Incluso ha habido división dentro de la Iglesia últimamente.
Sí. Esta división y los ataques abiertos contra otros – y especialmente a las personas en la autoridad pastoral – a veces han infiltrado a la Iglesia. Me causa mucho dolor escuchar a la gente cuestionar la legitimidad del Papa. He oído a la gente preguntarse, si los cardenales que lo eligieron fueron o no guiados por el Espíritu Santo. No creer que el Papa fue legítimamente elegido causa división. Es doloroso escuchar a la gente cuestionar la enseñanza del Papa Francisco. Él, ha sido fiel a las enseñanzas de la Iglesia Católica y a nuestra larga tradición. Él enseña de una manera pastoral, y a veces plantea preguntas que no tienen respuestas fáciles para ayudarnos a pensar y dirigirnos a Cristo. El Santo Padre, nos ha sido dado por Dios, y su deseo de cuidar de nosotros como un rebaño es bastante evidente.
¿Tiene un consejo para los padres?
La buena paternidad, siempre ha incluido enseñar a los niños cómo hablar, cómo ser reflexivos, y cómo no estar de acuerdo. La dificultad de criar a los niños en el mundo actual, proviene del ejemplo que ven en la vida cotidiana. Hoy en día, es aún más importante que los padres tengan conversaciones honestas con sus hijos. Es importante que los padres, maestros y líderes religiosos puedan decir, en algunos casos, que deben respetar a esta persona debido a su posición o autoridad, pero por favor, no sigan su ejemplo. A menos que esas conversaciones tengan lugar en casa, en nuestras escuelas y en nuestros programas de educación religiosa, la atmósfera de hostilidad, odio y racismo continuará. Los padres son los primeros y mejores maestros de sus hijos. Que Dios les conceda la sabiduría para cumplir esa increíble responsabilidad.
Preguntas para el Arzobispo Gregory Aymond pueden ser enviadas a: [email protected].
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