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Usted hizo un gran revuelo nacional recientemente, con su iniciativa de “recuperar” el domingo, como un día para pasar juntos en el culto y con la familia, al pedirle a las escuelas y otras entidades Católicas, a evitar las prácticas deportivas y otros eventos el domingo. ¿Qué tipo de reacción tuvo?
No era mi intención de causar un gran revuelo. Sólo estaba tratando de poner a Dios y a la familia primero. Tengo que decir, que me ha sorprendido la reacción positiva que hemos recibido de todo el país. La reacción que he recibido, es que mucha gente, cree que estamos correctos al tratar de recuperar el domingo como un día para Dios y la familia.
Cuando usted regresó a Nueva Orleáns en 2009, esto parecía ser un punto de énfasis importante para usted.
Estoy muy consciente de la trepidante vida que hemos adoptado en los Estados Unidos. Si abrazamos este tipo de ritmo, algunas cosas se descuidan – no intencionalmente – y creo que uno de estos es la familia. Algunas encuestas muestran que las familias realmente no pueden compartir más de una a tres comidas juntos en una semana. Me preocupa, porque se supone, que la familia es la unidad fundamental de nuestra sociedad y nuestra iglesia. ¿Si no hay una oportunidad para pasar tiempo junto, no hará eso más difícil el respetarse y amarse el uno al otro, y también, a formar a nuestros jóvenes en los caminos de la fe? Otro aspecto importante de esto es destacar la importancia de asistir a Misa juntos, como una familia. Siempre hemos dicho, en la Iglesia Católica, que el orar juntos como una familia, es una prioridad. En los diez mandamientos, nos dicen que, debemos santificar el día del Señor. Creo que hemos perdido el sentido de eso.
¿Qué ha oído de los sacerdotes de esto?
He hablado con los sacerdotes y otras personas en el ministerio, y les preocupa que el domingo se haya convertido en un día cualquiera – otro día para ir de compras, las actividades escolares y las prácticas deportivas. He reflexionado y orado mucho acerca de esto, lo he consultado con mucha gente, y me parece, que si verdaderamente nosotros como iglesia vamos a ser una voz profética en nuestra sociedad, debemos tratar de recuperar el domingo. Ahora, escuche, no soy tan ingenuo como para pensar que vamos a cambiar nuestra cultura de la noche a la mañana, pero, podemos ser una voz que pueda influir en la cultura, y establecer una base para el cambio en el futuro. No soy tan ingenuo como para pensar que las farmacias, supermercados y centros comerciales van a cerrar el domingo. ¡Todos sabemos que las empresas que cierran el domingo, saldrán en las noticias nacionales! Pero, nosotros como Católicos, priorizamos eso el domingo, que Dios y familia primero, y las otras responsabilidades en segundo y terceros, entonces tenemos una oportunidad, no sólo para santificar el día del Señor, y prestar atención a nuestras familias, sino también para influir en la cultura.
Cada octubre, usted le pide a las parroquias, que registren la asistencia de la Misa. ¿Le preocupa la asistencia a la Misa?
Sabemos a ciencia cierta, que debido al rápido ritmo de vida, y a muchas otras razones, en un domingo determinado dentro de cualquier comunidad parroquial – y esto es cierto, no sólo para los Católicos sino para todas las denominaciones cristianas y la mayoría de otras religiones – que podemos esperar ver a no más del 30 al 35 por ciento de nuestra gente. Algunas personas van cada semana, algunos una vez al mes, algunos dos veces al mes, algunos cada cuatro meses, otros dos veces al año. Pero en un domingo cualquiera podemos esperar ver quizás el 30 ó 35 por ciento de nuestra gente. ¿Qué dice eso acerca de nuestras prioridades? Espero que nuestro movimiento en este sentido sea visto como algo positivo – que estamos llamando a la gente a dar culto a Dios como una familia y pasar tiempo juntos como una familia. Esas dos cosas son realmente la base de lo que somos como discípulos de Jesús.
Sé que a veces usted asiste a los juegos de los Santos el domingo. ¿Qué me dice de esto?
En muchos casos, ese tipo de actividades son las reuniones familiares, de modo que la gente pueda todavía ir juntos a Misa y luego irse a ese tipo de eventos, juntos como una familia. Lo mismo puede decirse de una feria de la parroquia. Una parroquia ofrece Misa, y luego ofrece una reunión después, donde la gente puede disfrutar de la compañía familiar como comunidad de fe. Lo que también intentamos hacer en las parroquias es proveer en domingo una oportunidad para ofrecer educación religiosa, clases de confirmación, y también por las tardes y las noches a los jóvenes y jóvenes adultos en la comunidad parroquial para que se reúnan, de manera que se convierte en un día de oración, de familia y de fe. Algunas parroquias ofrecen ahora reuniones de domingo ocasionales, para noche de oración, diversión, y formación cristiana para toda la familia. Actividades intergeneracionales. ¡Qué gran idea!
¿Qué impacto cree que ha tenido la Misa de Vigilia con la asistencia de la Misa del domingo?
Creo que con todo el bien que ha hecho la Misa de Vigilia en proveernos con algunas oportunidades y flexibilidad en los horarios, ha quitado la santidad del domingo. Eso es lamentable, pero creo que ha sido el caso.
¿Cómo se ha esparcido la voz acerca de su iniciativa?
Estamos en una transición en esto. Estamos pidiendo a todas las escuelas Católicas a adaptar sus horarios, tanto como sea posibles este año, para no retener las cosas el domingo. Para el próximo año, estamos pidiendo que liberen todos los domingos durante todo el año. Uno de los presidentes de la escuela, me dijo el otro día que (sus) estudiantes participan en un concurso regional que se lleva a cabo el domingo. La competencia no está patrocinada por la iglesia, sino por una organización estatal. No tenemos control sobre ese tipo de cosas, pero sugerí que el presidente regrese, y diga a la organización lo que estaba haciendo para proporcionar una oportunidad a todos los estudiantes, independientemente de su tradición religiosa, para que asistan al culto el domingo. Necesitamos empezar con las cosas que podemos controlar, y tal vez se extienda ese mensaje de la importancia de la familia y Dios.
Pueden enviar preguntas al Arzobispo Aymond a: [email protected].
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