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El día de las madres fue el domingo. ¿Qué recuerda usted acerca de su madre Yvonne?
Mi madre era una gran mujer de fe. Fue obvio para mí, que ella reflejó la fe radical de su amada madre. Soy afortunado de poder decir que mi madre y mi abuela fueron mujeres que admiré, no sólo por su fe, sino también, por la manera en que vivieron sus vidas, personas tan amables y generosas y la forma en que pusieron a su familia primero.
¿Su abuela vivió cerca a usted?
Mi abuela vivía con mi tía y mi tío, a unas tres cuadras de distancia.
¿Su madre lo llevaba a Misa cuando era monaguillo en St. James Major?
Siempre me llevaba a la iglesia, y se quedaba durante la Misa. Ella participó en el grupo de los padres en la escuela de St. James Mayor, y siempre era voluntaria en la escuela, para cualquier actividad que fuera necesaria.
Por supuesto, usted era el niño perfecto y nunca tuvo que ser disciplinado.
Eso, no es cierto.
¿Qué hacías para poner a su madre nerviosa?
Molestaba y me burlaba de mis hermanas, o no hacia los deberes de la casa – no sacaba la basura a tiempo. O, cuando era mi turno de lavar los platos, a menudo intentaría de empeñar mi turno a una de mis hermanas.
¿Su madre le enseñó a cocinar?
Lo hubiera deseado que me enseñara. Ella era una gran cocinera, y me imagino que una de las razones por la que nunca aprendí a cocinar, fue porque yo era my consentido en ese sentido. Ella era una gran cocinera. Recuerdo que mi madre y mi papá eran personas muy hospitalarias. La puerta del frente, siempre estaba abierta, no sólo para los familiares, pero también para los vecinos, amigos y a las personas con quien ellos trabajaban. Mis padres me enseñaron a tratar a las personas con hospitalidad y generosidad.
¿Jugaba en las calles hasta que ya era hora de la cena?
Jugamos en las calles todo el tiempo, y nos sentábamos en el porche delantero y nos divertíamos todo el tiempo. En Piedmont Drive, donde crecí, éramos muy unidos y amigables con las otras familias. Había mucho apego en nuestro vecindario. Ciertamente estaríamos allí, juntos el uno con el otro, si alguien estaba enfermo o en problemas o tenía problemas familiares. Eso es aún cierto, en algunos vecindarios hoy, pero my a menudo, escuchas de vecindarios donde la gente apenas conoce a sus vecinos. Hoy, algunas personas tienden a vivir sus propias vidas aisladas, y no socializan mucho con la comunidad.
¿Qué significa para usted el Día de la Madre?
Tal vez la maternidad no es vista con el mismo valor como pudo haber tenido en generaciones pasadas. Pero el Día de la Madre, es una oportunidad para dar gracias a Dios por nuestras madres, vivas y difuntas. Para las madres que viven todavía, tenemos que darles las gracias por su vida de sacrificio. Han compartido con el trabajo creativo de Dios, y comparten con la vida de María en su maternidad. Nunca debemos tomar a nuestras madres por sentado. El Día de la Madre es también una oportunidad para honrar no sólo a nuestras madres biológicas, pero a las madres que han adoptado niños, y aquellas que han acogido niños. También hay mujeres que son figuras maternas para nosotros, a pesar de que no están directamente relacionadas a nosotros. Las madres solteras, tienen también sus desafíos, y tenemos que apoyarlas.
Es importante que veamos la maternidad como una vocación en una vocación. Sin duda, el matrimonio es una vocación, y dentro de esa vocación del matrimonio, una madre de una manera particular, abraza la vocación a la maternidad. En los mensajes de confirmación, yo siempre expreso agradecimiento a los padres, porque uno de los grandes privilegios de planificación de la familia Cristiana es compartir la fe con su hijo o hija. Porque han compartido su fe, con su hijo o hija, tengo el privilegio de confirmarlas y poder compartir esa fe. Recientemente tuvimos un día por las vocaciones, que se llamó, “Llamando a Todos del 5º Grado.” Sabemos que la mayoría de los niños, serán llamados a la vida del matrimonio y a la vida familiar. Sin duda, es una forma bendita de vida, porque es un sacramento. Algunos serán llamados a la vida de solteros, o al sacerdocio, o la vida religiosa. Pero la posibilidad de una vocación religiosa es algo que queremos hacer para los niños. Las madres son muy influyentes en este sentido.
Como usted ha mencionado con su propia madre, la iglesia se ha beneficiado enormemente de los dones de la mujer.
La iglesia está agradecida por las importantes contribuciones de las mujeres. No debemos nunca dar por sentado, la influencia significativa de una madre en el seno de una familia, de una sola mujer en el lugar de trabajo o de una madre en la comunidad parroquial. Tenemos tantas mujeres que sirven como catequistas, lideresas juveniles, voluntarias y maestras en nuestras escuelas. Nuestra iglesia es muy dependiente y aprecia las contribuciones de las mujeres.
Se pueden enviar preguntas para Arzobispo Aymond a [email protected].
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