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Por Arzobispo Gregory M. Aymond
Esta semana, la Legislatura de Luisiana, aprobó “Love Life Amendment” que, brinda una oportunidad para que los votantes de Luisiana, ratifiquen una protección simple y única para los no nacidos, al garantizar que no exista el derecho al aborto, o la financiación del aborto por parte de los contribuyentes en nuestra Constitución estatal.
La enmienda dice: “¿Apoya usted una enmienda que declare que, para proteger la vida humana, el derecho al aborto y la financiación del aborto, no se encuentren en la Constitución de Luisiana?”
La enmienda fue aprobada con apoyo bipartidista y, ha sido firmada por el gobernador John Bel Edwards. Esta legislación permite a los votantes del estado, votar sobre la enmienda. Si se aprueba, y si la Corte Suprema de los Estados Unidos anulara Roe vs. Wade, que legalizó el aborto durante los nueve meses de embarazo, nuestra ley estatal que prohíbe el aborto, entrará en vigencia de inmediato.
La Legislatura, también, aprobó el proyecto de ley de, Latidos Cardíacos Fetales, que prohibiría el aborto en los casos en que se pueda detectar el latido cardíaco de un bebé no nacido.
De hecho, esta es una afirmación fuerte y audaz, de que Luisiana es un estado en el que valoramos la vida de los no nacidos y, una victoria para el movimiento pro-vida.
Es importante recordar que, para ser verdaderamente pro vida, debemos defender la dignidad y el respeto por la vida, desde el nacimiento hasta la muerte natural. Debemos seguir haciendo todo lo posible para apoyar a las madres que enfrentan embarazos no planificados. Debemos continuar abogando por los pobres y, por los que no tienen voz, para que no sean olvidados en la sociedad. Debemos continuar luchando contra la trata de personas y, trabajar por la sanación y la justicia para las víctimas. Debemos continuar nuestro trabajo para abolir la pena de muerte en nuestro estado. Debemos continuar orando y trabajando por la conversión de los corazones y las mentes, hacia un respeto por la vida humana.
Estoy orgulloso de que Caridades Católicas, en la Arquidiócesis de Nueva Orleáns y, muchos otros ministerios Católicos, estén a la vanguardia de muchos de estos temas. Nuestro personal trabaja diariamente para apoyar a las madres y sus bebés, para ayudar a las víctimas de la trata de personas a escapar de su cautiverio, para abogar por los encarcelados y sus familias, y para proporcionar las necesidades básicas a los pobres y vulnerables en nuestra comunidad. Prometo que este buen ministerio continuará, y oramos por el día para que, por la gracia de Dios, podamos “construir una comunidad basada en los valores de Jesús, que respete la vida y la dignidad de todos”.
Las preguntas para el Arzobispo Aymond se pueden enviar a: [email protected].