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Queridos hermanas, y hermanos en Cristo,
Extiendo mis oraciones a todos nuestros fieles lectores del Clarion Herald, para que pasen sus Pascuas my bendecida. Que la festividad de la resurrección de Cristo pueda traerle esperanza, y paz renovada.
¡La luz de Cristo!
En la Vigilia Pascual, en una iglesia completamente oscura, la luz del Cirio Pascual es llevada, y levantada tres veces, y el canto en toda la Iglesia es “La Luz de Cristo.”
Qué poderoso símbolo en una iglesia completamente oscura. La única luz es del Cirio Pascual, una señal del Señor Jesús resucitado entre nosotros. Jesús entra en la oscuridad del mundo, y en nuestras vidas para traer la luz. Todos aquellos que participan en la vigilia de la Pascua, encienden una vela. Esto es un poderoso símbolo que muestra que hemos recibido la luz, y la esperanza de Cristo, y que ha resucitado de entre los muertos.
El Cirio Pascual, permanecerá en nuestras iglesias durante toda la temporada de Pascua – es decir, hasta la fiesta de Pentecostés, el 8 de junio.
Durante este tiempo de Pascua, podemos a menudo contemplar el Cirio Pascual, que estará encendido en todas nuestras celebraciones litúrgicas. Será más que una vela encendida en un lugar prominente en el santuario. Es un signo de que Jesucristo, ha resucitado de entre los muertos. Vive entre nosotros, y se nos hace presente de una manera única durante cada liturgia. Y no dejemos de verlo vivo en nuestros corazones, porque estamos unidos a Él, a través de nuestro bautismo.
Este es el Cristo que trae luz y esperanza a través de su resurrección. Viene a dispersar la oscuridad de nuestro propio pecado personal, debilidad, y fracaso.
También viene a dispersar la oscuridad que experimentamos al llevar las pesadas cruces de nuestras vidas, y cuando a veces experimentamos sentimientos de desesperación, depresión y cansancio debido a algunos de los retos que llevamos en la vida.
La Pascua nos recuerda que nunca debemos perder la esperanza. Desde la oscuridad de la tumba del Señor Jesús, ha surgido una nueva vida. Desde la oscuridad de nuestras vidas, se nos promete ser alzados a una nueva vida en Cristo resucitado, y reconocer su acogida en tiempos buenos, y en tiempos difíciles.
La Pascua es también una oportunidad para dar la bienvenida a más de 350 personas como miembros de la Iglesia Católica en la Arquidiócesis de Nueva Orleáns. En la vigilia, a lo largo de la Arquidiócesis, muchos niños, y adultos fueron bautizados, y otros que habían pertenecido a otras iglesias cristianas hicieron una profesión de fe en la Iglesia Católica, y celebraron el sacramento de la confirmación y la Eucaristía. A ustedes mis hermanas, y hermanos, ahora que entran a nuestra familia de fe, le extendemos una bienvenida, y esperamos seguir compartiendo un espíritu de familia, especialmente en la Eucaristía.
Que la paz, y la alegría de la Pascua toque nuestros corazones, no solo el Domingo de Pascua, pero durante este tiempo de Pascua y durante todo el año. Como estamos más conscientes de la presencia de Cristo Resucitado durante estos días de Pascua, podremos recordar su presencia más fácilmente en esos momentos de alegría, así como en los tiempos en que luchamos.
Que la bendición de Cristo Resucitado esté con usted, su familia, y a todos aquellos a quienes llevas profundamente en tu corazón.
Les deseo las bendiciones de Dios,
Sinceramente en Cristo,
Reverendísimo Gregory M. Aymond
Arzobispo de Nueva Orleáns
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