A platform that encourages healthy conversation, spiritual support, growth and fellowship
NOLACatholic Parenting Podcast
A natural progression of our weekly column in the Clarion Herald and blog
The best in Catholic news and inspiration - wherever you are!
En nombre de la Arquidiócesis de Nueva Orleáns, el Arzobispo Gregory Aymond firmó un convenio el 6 de noviembre con la iniciativa ecuménica de paz de Nueva Orleáns, pidiéndole a la arquidiócesis y sus iglesias a unirse con las organizaciones gubernamentales, empresariales y comunitarias, para desarrollar y promover actividades que conduzcan a la paz a Nueva Orleáns. El arzobispo dio la invocación y ofreció el discurso de apertura:
“Dios es bueno … todo el tiempo. Y todo el tiempo… Dios es bueno.
Hemos venido aquí esta noche porque sabemos que Dios es bondadoso, y le pedimos para que su bondad esté con nosotros.”
Plegaria: Amar, y ser fiel a Dios, tú que nos has dado el don de la vida, y al haberlo hecho, hace tiempo que hiciste un pacto con nosotros. Tú renuevas ese pacto cuando nos llamas a que te amemos, a respetar el don de la vida, y a compartir ese regalo con los demás. Esta noche, nos reunimos como tu pueblo, que representa a muchas tradiciones religiosas diferentes, y venimos a renovar ese pacto contigo, que pudiste darnos la sabiduría, y el entendimiento para construir una comunidad en esta gran Ciudad de Nueva Orleáns, que está fundada en tus valores.
También queremos hacer un pacto con los padres, para que ellos continúen formando a sus hijos en la fe, y les den el mejor amor. Podemos hacer un pacto con nuestros jóvenes, para que lleguen a ser los pacificadores de nuestro tiempo.
Oramos por aquellos cuyos corazones se han roto por la violencia, que han perdido a sus seres queridos. Dales paz y consuelo. Por aquellos que han perdido la vida en actos de violencia, oramos para que puedan tener vida eterna contigo. Señor Dios, venimos con el Alcalde Landrieu y con varios líderes religiosos, congregaciones y tradiciones, y somos uno. Te reclamamos como nuestro Dios. Te reclamamos como el Todopoderoso y la fuente de toda la vida. Por esto, te damos las gracias.
Te pedimos que bendiga nuestra reunión y el convenio que firmamos. Que sea un símbolo de nuestro deseo, y el deseo de todas las congregaciones, para trabajar juntos por la paz, y renovar esta gran ciudad histórica. Te pedimos, que como nuestros nombres están escritos en este pacto, también, puedan estar escritos en tu corazón. Ayúdanos – con nuestras manos, y corazones y voces – para fomentar la paz, y la reconciliación.
Realmente creemos que tu pacto, es tu sueño para nosotros. Podemos aceptar tu sueño, y vivirlo. Porque tú eres Dios, que vives y reinas por siempre. Amén.
Alocución: Recordamos con gran reverencia al Reverendo, Martín Luther King. Él dijo que tuvo un sueño que algún día la gente sería capaz de mirar más allá del color, raza, cultura, y etiquetas, y que podrían tener respeto mutuo que eso iba a cambiar nuestro mundo. Él sabía que su sueño no era original. Era el sueño de Dios. Él pudo desafiar a la iglesia en nuestro propio tiempo.
Nos reunimos esta noche, y queremos poder proclamar ese sueño, de tal manera, que la gente ya no resolverá argumentos con una pistola, o un cuchillo, o con palabras hirientes, pero con amabilidad, y respeto. Y eso puede suceder, si la iglesia dice “Amén.”
El problema es que a veces vemos la violencia, y el asesinato, tantas veces en nuestros periódicos, y en la televisión, que me da miedo – y ojalá que me equivoque – pero a veces llegamos a ser inmunes a los sentimientos. Nos convierte en otra persona, otra estadística – y que no es el sueño de Dios.
El sueño de Dios es que veamos a cada persona, cuya vida es tomada, y que veamos a otras personas en su familia, la comunidad, y más allá, y decir que queremos estar fuerte. Decimos que no podemos quedarnos inmunes a este asesinato, y a la violencia, y al racismo que existe entre nosotros. Nosotros no podemos quedarnos inmunes. Debemos pensar en cada persona.
Juan Pablo II dijo que la fe no es un asunto privado – siempre es para compartirla con otros. Nos reunimos con varias comunidades de fe al darnos cuenta de que nuestra fe en Dios no es un asunto privado. Queremos salir, y compartir eso, y estamos dispuestos a ir hacia adelante, y ser una luz en medio de los oscuros momentos que a veces nos encontramos en nuestra comunidad. Podríamos ser esa luz.
Y esta noche, firmamos un convenio. Renovamos nuestros esfuerzos para traer la paz, y reconciliación a esta comunidad. Renovamos nuestros esfuerzos para lograr el sueño de Dios para nosotros, y con nosotros.
Sabemos que no será fácil, pero estamos dispuestos a firmar ese pacto para hacerlo.
¿Es posible este sueño? Lo es… lo es. Es especialmente posible si estamos dispuestos a fortalecer la vida familiar. Al fortalecer la vida familiar, fortalecemos esta comunidad, nuestra ciudad y a nosotros mismos.
El convenio que firmamos esta noche puede ser agradable a la vista de Dios, y nos ayude a ser una luz en la oscuridad.
Pueden enviar preguntas al Arzobispo Aymond a: [email protected].
Tags: Uncategorized