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Por Arzobispo Gregory M. Aymond, Clarion Herald
La Semana de las Escuelas Católicas, se celebrará esta semana (del 28 de enero al 3 de febrero). La celebración anual, es una oportunidad para dar gracias por el gran don de educación y formación que, la Iglesia ha dado a nuestros jóvenes y, jóvenes adultos en los Estados Unidos.
La misión de las escuelas Católicas, no es solo enseñar las materias académicas regulares, sino también, enseñar religión y, ayudar a los estudiantes a conocer a Jesús y, ser formados por su vida y, sus valores.
En mis conversaciones con estudiantes de escuelas Católicas, a menudo me impresiona lo mucho que saben sobre su fe. El ambiente de una escuela Católica, ayuda a la Iglesia joven, a ser más consciente de los valores de Jesús, y de cómo se puede vivir en la vida diaria.
La Semana de las Escuelas Católicas, también, es una oportunidad para agradecer a todos los presidentes, directores, administradores y personal, de las escuelas Católicas, por su ministerio. Del mismo modo, expreso mi más sincero agradecimiento a todos los maestros que han elegido la educación Católica, y lo veo como su vocación, para formar a los jóvenes intelectualmente, y en los caminos de Cristo.
Estoy consciente de que, hay muchos jóvenes y padres, que desean participar en la educación Católica, pero que no pueden hacerlo, debido a sus finanzas. Cada vez que escucho una de estas historias, mi corazón se rompe.
A veces, se hace la pregunta: ¿Por qué es tan cara la educación Católica? Es costosa, debido a los salarios que se deben pagar en la justicia, así como a los diversos programas académicos que se ofrecen, y al mantenimiento continuo de nuestras instalaciones.
Realmente, creo que cualquier persona que desee la educación Católica, debería tener la oportunidad; Sin embargo, debido a estos desafíos financieros, no es posible. Sé que no puedo imprimir dinero, pero, me encantaría encontrar una manera de hacer que la educación Católica, esté más disponible. Tenemos algunos programas de becas, pero, no hace falta decir que, estos no pueden satisfacer todas las solicitudes.
Recientemente, hemos empezado a pedir una segunda colecta anual, llamada “Campeones de la Educación Católica”. Este año, se retomará en todas las Misas este fin de semana. Incluso, más allá de esta colecta, las donaciones se pueden hacer en línea en http://nolacatholic.org/donate. Sea lo más generoso posible para, ayudarnos a proporcionar más asistencia de matrícula para, las familias que la necesitan.
Estoy profundamente agradecido con los padres que valoran la educación Católica y, hacen los sacrificios necesarios para, que sus hijos asistan a una escuela Católica. También, quiero recordarles a los padres que tienen a sus hijos en escuelas públicas, escuelas autónomas, o en otros programas educativos que, la Iglesia de su su parroquia, tiene un programa de educación religiosa, generalmente, conocido como, Escuela de Religión Parroquial. Invito a los padres a tener la responsabilidad de inscribir a sus hijos para que asistan a la Escuela de Religión Parroquial, para hacerlos crecer en su fe.
A veces, encontramos estudiantes que, vienen al programa de educación religiosa, solo para prepararse para la Primera Comunión, la Primera Confesión o la Confirmación. Esos momentos sagrados en la vida, requieren preparación, pero hay mucho más valor en los programas de educación religiosa que, pueden ayudar a nuestros jóvenes a, crecer en relación con el Señor Jesús.
Ofrezco mi más profundo agradecimiento a Dios, por los dones de la educación Católica y nuestros programas de educación religiosa. Que Dios bendiga a todos nuestros hijos, para que puedan “avanzar en sabiduría, crecer en favor delante de Dios” (Lucas 2:52).
Las preguntas para el Arzobispo Aymond, se pueden enviar a: [email protected].