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La celebración anual de la Semana de las Escuelas Católicas, se llevará a cabo en todo el país, del 26 de enero al 6 de febrero. ¿Qué importancia tienen las escuelas Católicas para la estructura de nuestra comunidad?
Considero que, las escuelas Católicas, son un ministerio vital en la Iglesia, particularmente en la Arquidiócesis de Nueva Orleáns. Es maravilloso recordar un poco de historia que, la educación Católica en los Estados Unidos, realmente comenzó en esta arquidiócesis en 1727, con la llegada de las Hermanas Ursulinas de Francia. La educación Católica en Nueva Orleáns, ha sido un gran bendición para generaciones y generaciones, y la valoramos no solo para nosotros, sino también, para aquellos en la comunidad en general.
¿Qué le impresiona de las personas que trabajan en el ministerio de educación Católica?
Estoy muy agradecido con los directores, presidentes, maestros y personal que trabajan en la educación Católica y, se entregan generosamente a nuestros jóvenes. Para ellos, no es simplemente un trabajo, sino una vocación. Sirven a los jóvenes en nuestra Iglesia, proporcionándoles excelencia académica y formación en la fe. Creo que todos los temas, en la medida de lo posible, pueden basarse en la fe. Por ejemplo, la Iglesia siempre ha visto la educación, como una búsqueda de la verdad y la fe y la razón, van de la mano. Algunos de los mayores descubrimientos científicos del mundo, han sido realizados por científicos Católicos en busca de la verdad. La maravilla de la creación de Dios, se ilumina a través de las ciencias. La vida de los estudiantes, se enriquece al leer literatura escrita por autores Católicos. Al estudiar un idioma extranjero, podemos enseñar la oración Católica, o leer las Escrituras en ese idioma. El sistema universitario tal como lo conocemos, fue iniciado por la Iglesia Católica. Todo el propósito de la educación Católica es ofrecer lo mejor en excelencia educativa y excelencia en la formación cristiana. En las escuelas Católicas, se está formando la mente, pero también, se está formando el corazón para conocer a Jesús, ser sus discípulos y, conocer los valores de Jesús a través de las Escrituras y, las enseñanzas de la Iglesia. Ayudamos a los jóvenes a vivir eso, en sus vidas.
Y hay muchos estudiantes no Católicos en nuestras escuelas.
Sí. No enseñamos a las personas porque son Católicas, sino porque somos Católicos. Muy a menudo, la vida de las personas cambia, debido a la educación y la formación Católica, y muchos han pedido ingresar a la Iglesia Católica, debido a la asistencia que ofrece la escuela Católica. La educación Católica es un gran medio de evangelización. El trabajo de las escuelas Católicas, se extiende más allá de nuestros jóvenes estudiantes hasta sus padres. Nuestra facultad y personal, están allí para ministrar tanto a los jóvenes como a sus padres y familias.
Desafortunadamente, el costo de la matrícula, impide que muchas familias participen de la educación Católica.
Esa es una realidad terrible, y es una pregunta que me parece muy desalentadora. Creo en mi corazón que, cualquiera que quiera educación Católica y, crea que sería de beneficio espiritual para ellos, debería poder ingresar a las escuelas Católicas, pero ese no es el caso. Tenemos que pagar salarios a nuestros maestros. Hace años, la educación Católica era mucho más asequible porque, teníamos a muchas religiosas enseñando en las escuelas Católicas. Tenemos que esforzarnos por contratar a los mejores maestros que podamos, y eso es un gran costo. Además, es costoso mantener nuestros edificios. Tenemos programas de becas que proporcionan una cantidad significativa de dinero a las familias, y continuaremos recaudando dinero. Hemos establecido una colecta anual llamada, “Champion of Catholic Education”, que esperamos pueda proporcionar más dinero para becas, y estamos buscando otras opciones para recaudar dinero y, ponerlo a disposición de aquellos que no pueden pagar las escuelas Católicas. Nuestro objetivo es, ayudar de cualquier manera que podamos.
¿Qué pasa con el aumento de la competencia en la educación?
Existe una gran competencia por parte de las escuelas públicas y chárter, pero creemos firmemente que este es un ministerio importante de la Iglesia. Considero un privilegio que los padres pongan a sus hijos en nuestras manos y, nos pidan que les ayudemos a formarlos con fe. También, debemos recordar que, los educadores primarios de nuestros hijos son los padres, y nosotros los ayudamos en la educación y formación de sus hijos.
La Misa de la Semana de las Escuelas Católicas, se celebrará el 31 de enero a las 10:30 a.m. en la Iglesia de Santa Catalina de Siena en Metairie. ¿Le entusiasma celebrar esa Misa todos los años?
Sí, me entusiasma por varias razones. Pedimos las bendiciones de Dios a todos los involucrados en el ministerio de la educación Católica. Y, ver a mil miembros de la joven Iglesia reunidos para rezar y, celebrar el don de la fe y la educación, es maravillosamente inspirador.
Las preguntas para el Arzobispo Aymond pueden enviarse a: [email protected].