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Ha anunciado nuevas asignaciones pastorales para muchos pastores y vicarios parroquiales. ¿Cuál es el proceso por el que pasa al hacer estas asignaciones?
Me gusta anunciar las nuevas asignaciones tan pronto como sea posible. En el pasado, anunciamos todos los cambios de las asignaciones de la parroquia y el ministerio, después de Pascua. Lo hicimos antes, un par de semanas este año, porque hemos completado nuestro trabajo, y las tareas se han finalizado. Creo que anunciar las nuevas tareas tan temprano, le da al sacerdote la oportunidad de prepararse para su transición, en lugar de pedirle que lo anuncie unas semanas antes de irse. También, le da a la parroquia la oportunidad de despedirse adecuadamente, y pedir las bendiciones de Dios sobre él. Aunque ninguno de los nuevos pastores va a su nueva parroquia, antes de que su asignación comience en julio, le da a la parroquia el tiempo extra, para recibir al nuevo pastor. Es una forma de facilitar la transición.
Hace unos años, comenzó a nombrar nuevos pastores por períodos de seis años, que pueden renovarse. ¿Cuál es el razonamiento detrás de eso?
Según la ley canónica, hay dos opciones para un obispo. Bajo una opción, si no hay un término especificado, un párroco es nombrado, teóricamente, de por vida, a menos que el pastor acepte mudarse o a menos que haya una buena razón dada por el obispo, para que se mude. La otra opción que tiene un obispo es nombrar a un pastor para un mandato específico, que la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha establecido los seis años. En la Arquidiócesis de Nueva Orleáns, cada pastor, es nombrado por seis años, con el entendimiento de que su mandato podría renovarse por otros seis años y, tal vez, más allá. Esto sirve para muchos propósitos. Le da al pastor la oportunidad de enraizarse profundamente en una parroquia, para que pueda hacer su ministerio. Al final de esos seis años, él y yo conversamos sobre la renovación de su mandato. Si, tal vez, hay una emergencia, puedo pedirle que se mude; quizás, él pediría considerar mudarse a otro ministerio. Esta opción, también significa que es muy poco probable que un pastor, una vez nombrado, permanezca en esa parroquia hasta su jubilación o muerte, según su edad. A menudo, cuando visito las parroquias, los feligreses me dicen: “Amamos a nuestro pastor. ¡Nunca nos mueva al Padre!” Mi respuesta suele ser, dependiendo de la edad del pastor, “Bueno, no creo que él vaya a morir aquí ”. Le agradezco a Dios que la gente se enamore de sus pastores. Es algo maravilloso. Pero la gente necesita darse cuenta de que un sacerdote es ordenado para la Iglesia, y aquí, en particular, para la Arquidiócesis de Nueva Orleáns. No están ordenados para una parroquia específica. Las necesidades de la arquidiócesis deben ser consideradas primero.
¿Cómo espera que las personas en las parroquias reciban estas nuevas asignaciones?
Cuando recibo cartas que expresan decepción por la partida de un pastor, ciertamente entiendo. Los recibo con un corazón abierto. Lo que no aprecio son las peticiones. No vivimos en protesta, a diferencia del resto del mundo. Tenemos un proceso de discernimiento cuidadoso y piadoso, para cada nueva tarea. Creo que Dios tiene algo que ver con estas asignaciones. Las peticiones simplemente no es la manera del Católico. Mi responsabilidad como obispo es mirar lo que es mejor para más de 100 parroquias, y 50 ó 60 ministerios. Me tomo estas responsabilidades muy en serio. Entiendo que hay dolor en la partida, pero le pediría a las personas que puedan estar molestas por perder a un pastor, que deseen la bendición de Dios para el sacerdote, en su tiempo de transición. Tampoco, es útil que las personas de una parroquia llamen y pregunten cómo era el nuevo pastor en su antigua parroquia. Cada Iglesia tiene su propia personalidad, y sus propias necesidades, y esos son dos factores entre muchos, que consideramos para una nueva asignación.
¿Cuándo comienza el proceso para las nuevas asignaciones del clero?
Comenzamos en diciembre, pidiéndole a cada sacerdote que haga una auto-evaluación de su ministerio. Le pedimos al sacerdote que me diga si desea permanecer en su asignación; si está dispuesto a mudarse pero prefiere quedarse en su misión; o, en tercer lugar, si le gustaría pedir un nuevo ministerio. Traigo esa información al Comité del Personal de Sacerdotes, que es coordinado por el Padre Pat Williams, nuestro vicario para el clero, y discutimos la información y oramos. Una vez que hayamos completado el primer borrador de las nuevas tareas, llamo a los sacerdotes, y les pido que disciernan moverse de donde están a una nueva parroquia, o a un nuevo ministerio.
¿Qué tipo de retroalimentación de los sacerdotes ha recibido en el proceso?
No he escuchado ningún comentario negativo. Miramos cuidadosamente las asignaciones lo mejor que podemos, nuestro objetivo es hacer coincidir los dones del sacerdote con las necesidades de la parroquia. Hacemos eso lo mejor que podemos. Sin embargo, diré esto. A veces, cuando le pido a las personas que me digan el tipo de pastor que les gustaría, ¡Jesús sería la única persona que podría llenar esa descripción!
Si bien, todos los sacerdotes tienen dones, todos tenemos debilidades, y todos somos pecadores. No hay tal cosa como de un pastor perfecto. Al mismo tiempo, estoy muy contento y orgulloso, de nuestros pastores, porque brindan un excelente cuidado pastoral. Tenemos muchos pastores queridos en toda la arquidiócesis. Quiero ciertamente expresar mi profunda gratitud a los cinco sacerdotes que han servido con tanta fidelidad, y que se jubilarán en junio. Son el Padre, Capuchino Teodoro Agudo, el pastor de Santa Teresa de Ávila; El Padre, Robert Cavalier, pastor de San Juan el Bautista en Folsom; El Padre Richard Maughan, pastor de St. James Major; Msgr. Andrew Taormina, pastor de San Francisco Javier; y el Padre Michael Kettenring, quien se jubilará como párroco de la Visitación de Nuestra Señora, pero solicitó ser vicario parroquial en otra parroquia, debido a su edad y su deseo de tener más tiempo flexible para pasar con su familia. Estoy tan agradecido con Dios por su fidelidad y ministerio.
Las preguntas para el Arzobispo Aymond pueden enviarse a: [email protected].