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16 Domingo
Tiempo Ordinario
Mt. 13:24-43
Julio 20, 2014
En la parábola del sembrador Jesús sembraba su reino en toda clase de terrenos, es decir personas y grupos sociales.
Esta parábola de la cizaña se refiere a otro misterio. En el reino de Dios, que Cristo ha sembrado, alguien mas vino a sembrar malas semillas. “Algún enemigo hizo esto.”
“Es caracteristico del diablo mezclar siempre sus falsedades con la verdad” (Cris.).
La semilla buena son los ciudadanos del reino, los que han aceptado el reino de Cristo en sus vidas. Pero hay otro reino: el de las tinieblas y hay personas que son ciudadanos de el.
No se trata por tanto, de las fallas interiores que una persona comete, ni de sus pecados personales. Satanás no puede sembrar eso en nuestro interior.
Son los falsos profetas, falsos Apóstoles, falsos mesías y los herejes.
“De hecho esto es parte de la astucia del demonio, al lado de la verdad va a poner el error, aprovechándose de las similitudes, para de esta manera engañar a los que se dejan engañar. Por lo tanto Jesus no la llama “semilla,” sino “cizaña,” la cual externamente se parece al trigo” (Crisostomo).
¿Podemos arrancar la mala hierba?
Crecen juntos. No son personas que llevan un letrero diciendo que pertenecen al reino de las tinieblas; es decir, no son identificables externamente.
Jesús les dice que el tiempo de la separación será al fin del mundo, no ahora. Hay que esperar hasta que los dos reinos hayan crecido y se hayan diferenciado, para no cometer el error de arrancar prematuramente al bueno.
“Al final cuando venga el juicio, el Señor no va a arrojar fuera de la iglesia aquellos que son sospechosos de crímenes, sino a aquellos que son realmente culpables” (Jerónimo).
“Aquel que es trigo debe perseverar hasta el tiempo de la siega; aquellos que son malas yerbas que se conviertan en trigo. En el sembrado del Señor, que es la iglesia, a veces sucede que lo que era trigo se convierte en cizaña y lo que era cizaña se convierte en trigo; y nadie sabe exactamente lo que va a ser mañana” (Agustin).
El misterio del mal explicado en la iglesia
Jesús despacha a las multitudes y se va a casa con sus discípulos. Allí ellos le piden una explicación de esta parábola.
Es en este medio, la iglesia, donde Jesús va a explicar al problema de la presencia del mal en el mundo.
Es decir, solo la iglesia posee la explicación a este misterio de la presencia del mal . Y también solo en ella se encuentra la medicina contra el mal.
Esta explicación no se encuentra en ninguna filosofía humana. Lo mismo que la explicación al misterio del problema del sufrimiento en el mundo y en la persona.
En la iglesia misma se da esta mezcla de buena semilla y mala yerba. La iglesia formada por “los santos invisibles” es una invención puritana, no evangélica.
San Agustin en vez de revelarse contra esta situación, nos dice que puede ser una lucha positiva, diciendo que puede ser bueno el que las personas del reino se vean mezcladas con los pecadores.
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