El Día Nundial de la Juventud ofrece una plataforma para la unidad

    Con cientos de miles de los jóvenes que se reunieron en Madrid para el Día Mundial de la Juventud, ¿Podría usted hablarnos sobre las Jornadas Mundiales de la Juventud de las que usted ha asistido?
    Fui a Denver en 1993 y a Toronto en 2002 con el Beato Papa Juan Pablo II y luego a Cologne en 2005 con el Papa Benedicto. Juan Pablo tomó la iniciativa para iniciar estas reuniones en Roma en 1986 porque tenía un gran amor por los adolescentes y adultos jóvenes. También quería asegurarse de que supieran que la Iglesia los ama y los necesita. Por eso llamó a los jóvenes de todo el mundo para reunirse cada año para orar y apoyarse mutuamente en la fe. Las reuniones también le permitieron pasar tiempo con ellos. Una de las cosas que siempre recordaré fue el coro de un millón de jóvenes gritando, “¡Juan Pablo II, te amamos!” E incluso en sus últimos años, cuando él no se sentía bien, respondía, “¡Juan Pablo II, los ama también!” Quería asegurarse de que los jóvenes no se sintieran que estaban fuera de la corriente principal de la vida de la iglesia.
    Tuvo mucha fortaleza y visión para lanzar estas reuniones porque nadie podía asegurar de que sería un “éxito.”
    A si es. Como se ha desarrollado el Día Mundial de la Juventud, realmente no son unas vacaciones. En el mejor sentido de la palabra, es una peregrinación. Los estudiantes normalmente duermen en el piso de los gimnasios o en las casas de familias. Hay tiempo de catequesis, donde escucharán a obispos y otros líderes catequéticas dar charlas de la fe. Los dos eventos más importantes con el Santo Padre son, la vigilia en la noche del sábado, donde el Papa preside y reza con ellos. Entonces todo el mundo se mantiene en el campo toda la noche y mantiene la vigilia, esperando la Misa con el Papa la mañana siguiente.
    ¿Considera ir este año?
    En realidad yo iba a ir, pero nuestro grupo de viaje del estado resultó ser muy bajo. Creo que es porque el viaje era muy caro y también coincide con la apertura de la escuela. Asistieron, el diácono Kurt Young y asistentes junto con varios de nuestros seminaristas. Quiero ofrecer una afirmación especial al Jesuit High School, que pudo juntar un grupo de 50 estudiantes y asistieron al evento. Los estudiantes Jesuitas aprovecharon la oportunidad en España para visitar sitios especiales como San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas en 1534.
    Algunos han sugerido que el Día Mundial de la Juventud ha ayudado a plantar la semilla de vocaciones.
    Esa ha sido mi experiencia. Esta es realmente una oportunidad para los jóvenes a darse cuenta de que hay que compartir la fe no sólo con la gente en su propia escuela o Arquidiócesis, pero también con personas de todo el mundo. Muchas personas que han ido al Día Mundial de la Juventud han tenido una experiencia muy poderosa de Dios. A través de la oración y ver al Santo Padre, la reunión ha ensendido un interés en ellos a pensar en el sacerdocio o la vida religiosa. Estas son ramificaciones positivas y emocionantes. La semana pasada estuve con varios de nuestros seminaristas, y muchos de ellos me dijeron que habían asistido a la Jornada Mundial de la Juventud en el pasado.
    ¿Cómo Juan Pablo y Benedicto difieren estilísticamente entre los jóvenes?
    Tienen personalidades muy diferentes. Juan Pablo II fue muy extrovertido y muy demostrativo. A su manera, le gustaba bromear con los jóvenes. Benedicto es más tranquilo y más reservado y probablemente no tan espontáneo como John Paul, pero él es igualmente amado.
    ¿Observa usted que el Día Mundial de la Juventud podría haber creado una “estrella de rock” un aura alrededor de Juan Pablo y también que dice sobre el gasto involucrado?
    En cierto sentido, Juan Pablo fue una estrella. No veo ningún problema con los jóvenes que le consideren una estrella en su papel como Papa debido a su personalidad. Cuando una figura religiosa es popular y relevante a los jóvenes, debe ser una ocasión para afirmación en lugar de condena. ¿Jornadas mundiales de la juventud cuestan mucho? Sí, cuestan mucho. Las visitas del Papa a otros países cuestan mucho, demasiado, pero en este caso, no podemos realmente poner un precio a un millón de jóvenes reunidos para orar y apoyarse mutuamente en su fe.
    ¿Cómo van los esfuerzos en la arquidiócesis para darles la bienvenida a los jóvenes?
    Estoy muy contento con el trabajo de nuestra Oficina del Ministerio de la Juventud, que incluye el Ministerio de la Juventud, el Campus del Ministerio y el Ministerio para Adultos Jóvenes. John Smestad y su equipo hacen un trabajo excelente en proporcionar oportunidades a nuestros jóvenes a crecer en la fe y en compañerismo. También hacen un buen trabajo de capacitación para adultos para el Ministerio de los Jóvenes. El Campo del Ministerio de la Juventud debe hacerse a nivel de la parroquia. Si los jóvenes no encuentran un grupo de jóvenes en su parroquia, se sienten menos acogidos en la iglesia. Por lo tanto es muy importante que exista un grupo de jóvenes en cada parroquia. No todas las parroquias tienen uno, y es una prioridad.
    Pueden enviar sus preguntas para el Arzobispo Aymond al [email protected].